5. ¿Qué efectos tiene el boro en organismos presentes
en el medioambiente?
"Efectos en los organismos del medio ambiente
Las bacterias tienen una tolerancia hacia el boro
relativamente grande. Las concentraciones
con efectos agudos y crónicos oscilan entre 8 y 340 mg de boro/litro,
siendo la mayoría de los valores superiores a 18 mg de boro/litro.
Los protozoos
son más sensibles. En pruebas realizadas con Entosiphon y con Paramecium
se obtuvieron concentraciones sin efectos observados (NOEC) en 72
horas y valores de CE3 de 0,3 a 18 mg de boro/litro.
El boro es un micronutriente esencial para las cianobacterias
y las diatomeas. En pruebas crónicas normales con algas verdes de
agua dulce se observaron concentraciones sin efectos comprendidas
entre 10 y 24 mg de boro/litro. Las algas verdeazuladas parecen
tener una sensibilidad semejante, con una CE3 en ocho días de 20
mg de boro/litro.
Tomando como base los valores de la toxicidad,
los invertebrados son menos sensibles al boro que los microorganismos.
Para varias especies, los valores de la CE50 en 24-48 horas oscilaron
entre 95 y 1376 mg de boro/litro, con la mayoría de los valores
del orden de 100-200 mg de boro/litro. En estudios de toxicidad
crónica con Daphnia magna, los valores de la NOEC oscilaron entre
6 y 10 mg de boro/litro. Se obtuvieron valores de la NOEC ligeramente
más bajos en estudios de biocenosis de laboratorio y de campo. En
el estudio de laboratorio de 28 días, consistente en seis etapas
tróficas, se obtuvo una NOEC de 2,5 mg de boro/litro. En estudios
prolongados realizados en un estanque al aire libre y en el campo
(sin incluir peces) las NOEC fueron de hasta 1,52 mg de boro/litro.
En pruebas de toxicidad
aguda con varias especies de peces se obtuvieron valores comprendidos
entre alrededor de 10 y cerca de 300 mg de boro/litro. La trucha
irisada (Oncorhynchus mykiss) y Brachydanio rerio fueron los más
sensibles, con valores aproximados de 10 mg de boro/litro.
La toxicidad
del boro en las primeras fases de la vida de los peces está documentada
para varias especies en agua reconstituida. Se expusieron a boro,
en forma de ácido
bórico o de bórax,
fases embrionarias o larvarias iniciales de trucha irisada, perca
atruchada (Micropterus salmoides), coto punteado (Ictalurus punctatus)
y Carassius auratus desde la fecundación hasta ocho días después
de la eclosión en agua blanda o dura. Ni la dureza del agua ni la
forma del boro influyeron de manera uniforme en la supervivencia
de los embriones-larvas de los peces. La trucha irisada fue la especie
más sensible. Las NOEC para la trucha irisada oscilaron entre 0,009
y 0,103 mg de boro/litro.
El efecto de la dilución natural en el agua sobre
la toxicidad
del boro se determinó utilizando agua superficial recogida en tres
lugares, con concentraciones
de boro de 0,023, 0,091 y 0,75 mg/litro. No se detectó ningún efecto
adverso hasta los 0,75 mg de boro/litro. Las concentraciones más
bajas con efectos observados (LOEC) oscilaron entre 1,1 y 1,73 mg
de boro/litro. En una prueba con agua de un pozo profundo (600 m),
utilizada habitualmente para pruebas de toxicidad acuática en virtud
de un contrato con un laboratorio situado en Wareham, Massachusetts,
Estados Unidos, se obtuvo una NOEC de >18,0 mg de boro/litro. Así
pues, al parecer en la exposición
a agua reconstituida se sobreestimaba la toxicidad
determinada en aguas naturales, posiblemente como consecuencia de
la deficiencia de nutrientes en la primera.
Desde los años veinte se sabe que el boro es un
micronutriente esencial para las plantas superiores, con diferencias
interespecíficas en cuanto a las concentraciones necesarias para
un crecimiento óptimo. El boro interviene en la división, el metabolismo
y la estructura y la función de las membranas de las células. En
forma de borato
está presente en las frutas, las nueces y las hortalizas. La diferencia
entre la deficiencia y la absorción excesiva (toxicidad)
es pequeña en las plantas. Se ha notificado deficiencia de boro
en plantas terrestres en muchos países. Es más probable que se produzca
deficiencia de boro en suelos ácidos de textura ligera en las regiones
húmedas, debido a su susceptibilidad a la lixiviación. Suele haber
exceso de boro en soluciones del suelo procedentes de depósitos
jóvenes desde el punto de vista geológico, en suelos áridos, en
los derivados de sedimentos marinos y en los afectados por fuentes
de contaminación como los vertidos de centrales termoeléctricas
de carbón y de operaciones de extracción. El agua de riego es una
de las principales fuentes de concentraciones
altas de boro que provocan toxicidad
en el campo.
El crecimiento del pato real (Anas platyrhynchos)
se vio afectado negativamente por concentraciones
de 30 y 300 mg de boro/kg en los alimentos y con 1000 mg/kg
se redujo la supervivencia."
Fuente
y ©: "Resumen en español del Environmental
Health Criteria (EHC) 204",
del IPCS,
Capítulo 1.5
(El resumen en español del informe del IPCS figura al final
del texto en inglés)
Para más información,
véase el documento completo del IPCS en inglés
Effects
on Other Organisms in the Laboratory and Field, Chapter 9
y
Evaluation
of effects on the environment: Risk evaluation, Chapter 10.5.3
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