La mayor parte de la energía mundial se genera a partir de fuentes no renovables, especialmente del petróleo, el carbón y el gas. En 2004, poco más del 13% de dicha energía se obtuvo de fuentes renovables, correspondiendo un 10,6% de ella a la bioenergía (con un 3,2% de biomasa tradicional como leña, carbón vegetal, estiércol, etc.). Las fuentes de energía renovables derivadas del sol, el viento, las mareas, los embalses y el calor interno de la Tierra sólo constituyen el 2,7% restante.
Se espera que en los próximos años el crecimiento de la población mundial y el desarrollo económico traigan consigo un considerables aumento en la demanda de energía. De 2004 a 2030, los pronósticos sobre el mercado energético se hicieron contando con la generación de calor, de electricidad y el transporte. Estos pronósticos no tuvieron en cuenta la biomasa tradicional como la leña, el carbón vegetal, el estiércol, etc., que no se comercializan oficialmente, pero siguen teniendo un gran uso en los países en desarrollo para cocinar y generar calor.
En 2004, en los mercados de energía, el consumo de los países en desarrollo representó menos de la mitad del uso de energía a nivel mundial. Sin embargo, se prevé que para 2010 las regiones en desarrollo consuman más energía que las industrializadas, y que para 2030 representen el 58% del consumo mundial de energía. No obstante, es probable que las cifras de consumo per cápita permanezcan por debajo de las de los países desarrollados.
En el mundo, casi la mitad del aumento de la demanda energética mundial se destinará a la generación de electricidad, y un quinto al transporte.
El rápido crecimiento económico de los países asiáticos, en especial de China e India, será responsable de gran parte de ese aumento. Además, se prevé que los países asiáticos experimenten las tasas de crecimiento en demanda energética más altas del mundo, con mucho. Para 2030, Asia habrá multiplicado su actual uso energético en más del doble. El aumento de la demanda de energía probablemente sea menos evidente en las regiones industrializadas, donde las economías nacionales ya están desarrolladas y el crecimiento de la población es relativamente bajo.
Se prevé que los combustibles fósiles respondan a la mayor parte del aumento de la demanda de energía durante los próximos 20 años. Sin embargo, en términos porcentuales, las fuentes de energía que probablemente habrán aumentado más para 2030 son el gas y el carbón (véase la figura 3 ). En última instancia, la política será decisiva a la hora de determinar qué fuentes de energía explotar, y en qué medida, para satisfacer la demanda mundial. Más en inglés…
Aproximadamente tres cuartos de las energías renovables se consumen en países en desarrollo, en concreto en África y América Latina. En África, esto se debe básicamente al consumo de leña para generar calor y cocinar (biomasa tradicional). En América Latina, se debe al gran uso de renovables en Brasil, donde el 45% de la energía que se consume procede de fuentes renovables como la hidroeléctrica, la madera o el etanol derivado de la caña de azúcar.
Aunque los combustibles fósiles continuarán suministrando la mayoría de la energía mundial en los próximos años, se espera que el uso de energía renovable crezca ligeramente más rápido que el consumo mundial de energía en las próximas décadas (aproximadamente un 1,9% al año). Por lo tanto, en términos porcentuales, se espera que la proporción mundial de energía renovable comercializada (sin contar con la biomasa tradicional) crezca un simple 0,2% entre 2004 y 2030, pasando del 7,4% al 7,6% del uso total de energía.
Se espera que el mayor crecimiento en la producción de energía renovable (sin contar con la biomasa tradicional) se dé en América del Norte, los países en desarrollo de Asia y América Central y del Sur. Dicho crecimiento será consecuencia del aumento de la demanda de energía en países asiáticos, mientras que en América Central y del Sur se deberá a un enfoque concreto sobre la energía renovable y a las actuales alternativas a los combustibles fósiles económicamente competitivas.
La hipótesis de política alternativa mundial presentada en 2006 por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) mostró el modo en que el mercado energético mundial cambiaría si se adoptaran ciertas políticas para reducir las emisiones de carbono y mantener la oferta energética. Dicha hipótesis prevé que la proporción de biomasa tradicional en el consumo mundial de energía disminuirá, mientras que la proporción total de fuentes renovables apenas variará, con un rápido incremento de las pequeñas proporciones de energía geotérmica, solar y eólica. Más en inglés…
Aumento mundial de las energías renovables en la hipótesis de política alternativa mundial [en]
Desde el descubrimiento del fuego, la madera ha sido una importante fuente de energía para cocinar y generar calor. Hoy, la dendroenergía también se utiliza en los países en desarrollo para actividades comerciales como el secado del pescado, el curado del tabaco y la cocción de ladrillos; mientras que en los países desarrollados principalmente es una fuente de energía para la industria forestal.
Recientemente, algunos países han empezado a explorar sistemas de generación de energía a partir de la madera como una posible alternativa ecológica a los combustibles fósiles. Se han desarrollado nuevas tecnologías para mejorar la eficacia y la viabilidad económica de la generación de energía a partir de madera, en concreto en países con grandes áreas forestales.
Estados Unidos, Canadá, Suecia y Finlandia se encuentran entre los países que más utilizan la dendroenergía en sus industrias, dependiendo principalmente de los subproductos del procesamiento de madera, como el licor negro procedente de la elaboración de la pasta de papel. Además, el 65% del suministro mundial de madera en rollo (troncos en estado natural, sin tratar) procede de países industrializados. Por el contrario, la leña (pequeños fragmentos de madera utilizados principalmente para generar calor y cocinar) se produce y consume principalmente en países no industrializados como India, China y Brasil.
El uso de leña está aumentando en todas las regiones africanas, pero solamente en Sudáfrica su uso en aplicaciones industriales está generalizado. Puede que la producción de leña sea mayor que la registrada, ya que la gran mayoría se comercializa de un modo informal y se utiliza en domicilios privados.
Por lo general, el consumo mundial de combustibles leñosos (término que comprende la leña y el carbón vegetal) está aumentando, reflejando en gran parte un aumento del consumo en países de África y de América del Sur debido al crecimiento de la población. Sin embargo, el consumo per cápita de combustibles leñosos está disminuyendo en todas las regiones del mundo, excepto en los países de Asia y Oceanía pertenecientes a la OCDE (es decir, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda), como consecuencia del aumento de los ingresos, la urbanización, la disponibilidad cada vez menor de fuentes de madera y el incremento de la disponibilidad de fuentes alternativas de energía preferibles a los combustibles de madera.
Los datos recientes indican que el número de personas que utilizan biomasa como principal combustible para cocinar aumentará en el futuro, especialmente en África y Asia (excepto en China).
Sin embargo, resulta difícil obtener información precisa sobre el consumo de combustibles leñosos y es necesaria mucha atención a la hora de interpretar los datos. Más en inglés…
Las futuras decisiones energéticas dependerán del precio de los combustibles fósiles y de la disponibilidad de alternativas, así como de la importancia de los diferentes objetivos antagónicos. Por ejemplo, las políticas dirigidas a reducir el cambio climático se centrarán en la reducción de las emisiones de carbono mediante el uso de fuentes de energía limpias, mientras que las políticas dirigidas a reducir la dependencia energética fomentarán el uso de determinados combustibles debido la localización de los suministros. Más en inglés…
2.3.1 El precio del petróleo se multiplicó más de seis veces entre 1999 y mediados de 2008, cuando el precio del barril alcanzó su máximo, superando los 100 dólares. A pesar de que se espera que los precios permanezcan por debajo de este máximo durante la mayor parte de los próximos 20 años, la incertidumbre en cuanto al futuro suministro puede elevar los precios antes de 2015. Probablemente unos precios más altos del petróleo fomenten el uso de energías renovables, pero también pueden evitar que los países en desarrollo inviertan en ellos dificultando su crecimiento económico. Las economías en desarrollo son, por tanto, especialmente sensibles a los cambios en la oferta y la demanda mundial de energía. Más en inglés…
2.3.2 El sector de la energía por sí solo es responsable de una cuarta parte de la emisión mundial de gases de efecto invernadero, aproximadamente el doble que el sector de transporte. La agricultura y la deforestación juntas representan un tercio de todas las emisiones. Dada la importancia considerable de la deforestación en las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, se requiere atención para asegurar que la producción de biocombustibles no provoca pérdidas del carbono terrestre debido a la deforestación.
El uso de combustibles fósiles constituye el mayor impacto humano en el clima. Se calcula que representa más de la mitad (56%) del total de las emisiones de gases de efecto invernadero. A pesar de la tendencia actual de centrarse en el petróleo y el transporte, el carbón es con mucho el combustible fósil más contaminante, y el mayor emisor de gases de efecto invernadero. Con grandes reservas diseminadas alrededor del mundo, se espera que una proporción cada vez mayor de la energía mundial en los próximos años proceda del carbón. Se calcula que China e India juntas representan dos tercios del aumento de la demanda mundial de carbón. Más en inglés…
2.3.3 El uso de diversos tipos de energía renovable también dependerá mucho del grado en que cada país dependa de las importaciones de combustible. Gracias a los esfuerzos que se están realizando actualmente en Europa y América del norte para fomentar el uso de los biocombustibles, la diferencia entre las importaciones y las exportaciones en estas regiones es menor. Más en inglés…
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